Vivimos a la carrera y en la época de las redes sociales, una combinación fatal a la hora de relacionarnos por vías convencionales. La carta escrita pasó a mejor vida y ahora es el correo electrónico quien ocupa su sitio. Nos permitimos la libertad de escribir un e-mail con la misma frescura e igual descaro que lo hacemos en WhatsApp y… ¡error!
10 fallos que siempre cometemos en los emails
1- Redacción al estilo SMS
Aunque sean las mismas teclas y hasta el mismo aparato el que vas a utilizar, la funcionalidad es radicalmente distinta. Huye de mensajes como “Ola Sandra, k tal? :)” porque no son aceptados por las reglas de redacción formal en un mail. No olvides nunca que, aunque no sea un trato físico, te puedes estar dirigiendo a alguien con un escalafón por encima del tuyo…
2- Monólogos
Otro error muy habitual es abusar del “yoísmo” en la presentación del mensaje. Basta con una frase directa y concisa que te presente antes de caer en la trampa del monólogo y que todo lo tuyo sea lo mejor y todo bueno.
3- La dirección del e-mail
Este error podría ser la joya de la corona: la dirección que usas en tu correo electrónico. Es decir: “Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.” o “Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.” déjalas para tus amigos. Necesitas una nomenclatura más seria, más formal y que no espante al destinatario. Tu nombre completo, iniciales o datos personales son lo recomendado.
4- La firma
¿Os atraen las firmas elegantes, concisas y llamativas verdad? Pues el correo electrónico no es diferente a las que haces con tu puño y boli. Existen además una infinidad de programas (de pago y gratuitos) que te permiten automatizar firmas en los e-mail. Lo recomendado es el nombre, los detalles de contacto, enlaces de tu web o empresa y un logotipo atractivo.
5- El asunto vacío
Enviar un e-mail sin asunto es como ir al médico sin decir en el mostrador qué te ocurre. Es un gran fallo que solemos cometer, a pesar de las alertas visuales que nos escupe el propio sistema electrónico para que lo escribas. Debe ser claro, directo, corto y llamativo, ya que será el primer acercamiento que tengas con el destinatario.
6- Los famosos reenvíos
¡No reenvíes correos! Da una imagen pésima de nosotros mismos por no molestarte en abrir un nuevo mensaje para responder adecuadamente, o simplemente para hacer original dicha respuesta al destinatario.
7- El desorden
El caos es malo para los correos electrónicos. Estructurar bien el mensaje que vamos a enviar es clave para que la respuesta gane puntos. El orden de los párrafos debe tener coherencia y jerarquía en cuanto a la importancia y meta de nuestro mensaje. No manches el mail con un texto demasiado extenso ni tampoco escribas una frase suelta.
8- Normas de cortesía
Si te gusta el buen trato en la vida real, en la virtual debería serlo mucho mejor. Existen unas normas básicas de formalidad y cortesía a la hora de saludar y despedir a tu destinatario. El “Estimado” o “Atentamente” serían los reyes del correo electrónico, pero siempre puedes modernizar el estilo con sinónimos que no pierdan el trato correcto.
9- Envíos en masa
Es otro fallo que cometemos y quizá sea uno de los principales problemas de por qué a veces no nos responden. El destinatario quiere protagonismo, autenticidad y que sea cuanto más personalizado, mejor.
10- El libro de Don Quijote
La extensión que escribimos dentro del correo electrónico es crucial. Lo mucho cansa y lo poco gusta, como diría el tradicional lema. Ponte en el lugar contrario, a nadie nos agrada tener que leerse un extracto de Don Quijote cuando te mandan un WhatsApp, pues en los mails, ídem.
Vía: amanet